Verano en Lakeside

La vida de Diana Terry ha dado un vuelco tras un amargo divorcio. Cuando su hermosa y excéntrica abuela muere, queda devastada. Llevando solo una maleta maltrecha y a su compañero canino, Charlie, deja atrás su antigua vida para consolar a su familia y encontrar un nuevo tipo de normalidad.

Ethan Preston es un ex-SEAL de la Marina y consejero en la clínica médica de Sapphire Bay. Para él, lo mejor de vivir en el pequeño pueblo de Montana es la forma en que la comunidad acoge a las personas que buscan refugio, compasión y apoyo.

Conocer a Diana ha cambiado la vida de Ethan. Su amabilidad y su fuerza tranquila hacen que lo que él ha visto y hecho durante su carrera militar sea más fácil de sobrellevar. No pasa mucho tiempo antes de que comience a vislumbrar un futuro más brillante para ambos.

Cuando una reliquia familiar desaparece de The Lakeside Inn, se desencadena una serie de eventos que pone a prueba la creciente relación entre Diana y Ethan. ¿Podrá Diana confiar en Ethan o sus experiencias pasadas eclipsarán lo que siente en su corazón?

VERANO EN LAKESIDE es el segundo libro de una nueva serie que sigue a las hermanas Terry mientras regresan a una comunidad con grandes corazones y cálidas sonrisas. ¡Romance, aventura e intriga te esperan en Sapphire Bay!

Diana asomó la cabeza por entre las cortinas de la casa de su abuela y suspiró. Al menos ochenta personas esperaban en el patio delantero, listas para celebrar la inauguración del nuevo Bed and Breakfast en Sapphire Bay.

Durante los últimos meses, Diana y sus tres hermanas habían remodelado la casa de sus abuelos, convirtiéndola en The Lakeside Inn. Situado en la orilla del lago Flathead y rodeado de algunos de los paisajes más impresionantes de Montana, era el destino perfecto para cualquiera que buscara unas vacaciones libres de estrés.

"No puedes quedarte ahí para siempre", le dijo su hermana menor, Katie. "Barbara nos dio instrucciones estrictas de mezclarnos y socializar".

"No soy buena con las multitudes", respondió Diana.

Katie reorganizó los cojines del sofá. "Simplemente pretende que todos son familiares nuestros. No es difícil; de todos modos, conocemos a la mayoría de las personas afuera".

Era fácil para Katie. Se había mudado a Los Ángeles apenas terminó la escuela secundaria. Tratar con grupos grandes de personas era algo cotidiano para ella, pero no para Diana.

"¡Ay, por el amor de Dios!", bufó Katie. "Ven conmigo".

Tomando la mano de Diana, la llevó hacia la cocina. "Daremos la vuelta por detrás y nos colaremos detrás de todos los demás".

"¿Viste a Charlie cuando estabas afuera?", preguntó Diana sobre su adorable pero un poco loco labrador dorado, que la había abandonado cuando empezaron a llegar los invitados.

"La última vez que lo vi, estaba comiéndose un sándwich que le dio Jack".

Además de ser un perro cariñoso y juguetón, era un adicto a cualquier cosa que se pareciera a la comida. "Será mejor que lo encuentre antes de que se coma algo más que un sándwich". Se sintió un poco más relajada al pensar en Charlie, pero no desaparecieron por completo sus nervios.

De camino por la cocina, Diana sonrió a su mamá y a su papá.

"Menos mal que Katie te encontró", dijo Mabel sacando una bandeja de galletas del horno. "Pensé que te habías perdido. ¿Alguien ha visto a Penny?"

Katie frunció el ceño. "Estaba en el ático la última vez que la vi. Pensé que ya estaría afuera".

Allan, su papá, tomó una galleta de la bandeja. "Podría estar ahí un rato. Wyatt está en el ático con ella".

La boca de Mabel se abrió. "¿Cuándo regresó de Berlín?"

"Hace como una hora". Allan sopló sobre la galleta. "Está caliente".

Su esposa le dio un golpecito en el brazo con un paño de cocina. "Eso te pasa por servirte solo. Tendré que ir a ver a Wyatt y preguntarle cuánto tiempo va a quedarse".

Allan la dirigió hacia la puerta trasera. "No, no lo harás. Penny y Wyatt tienen que hablar, y nosotros tenemos que ir afuera".

"Pero..."

"Lo que sea que necesites decir puede esperar. Vamos. Hay mucha gente que quiere preguntarte sobre The Lakeside Inn".

Diana estaba agradecida de que su papá estuviera aquí. Su mamá tenía un corazón generoso y amaba a cada una de sus hijas profundamente. Pero también le gustaba saber exactamente qué estaba pasando en sus vidas.

Cuando sus padres estaban a mitad del cuarto, Katie la tocó en el hombro. "No pareces sorprendida de que Wyatt esté aquí", susurró. "¿Sabías que iba a regresar a Sapphire Bay?"

"Me llamó la semana pasada. Quería asegurarse de que todavía íbamos a tener la inauguración del Bed and Breakfast hoy".

"¿Y no dijiste nada?"

"Me pidió que no lo hiciera". Diana miró alrededor de la cocina. Aparte de la bandeja de galletas, todo estaba limpio y ordenado. "No puedo esperar para darle la bienvenida a nuestros primeros huéspedes".

"Estarán aquí pronto. Mientras tanto, tenemos a mucha gente emocionada esperando que abramos oficialmente The Lakeside Inn. Vamos".

Sin otra opción, Diana enderezó los hombros y siguió a Katie.

Hoy se trataba de nuevos comienzos, nuevas oportunidades y vivir una vida feliz.

* * *

Ethan observó a la multitud de personas que esperaban afuera de The Lakeside Inn. Mabel había mantenido a todos al tanto de la remodelación que estaba ocurriendo en el interior, pero fue el descubrimiento de una carta que podría haber sido escrita por Abraham Lincoln lo que causó más emoción.

Todavía no podía creer que un aparador almacenado en el antiguo museo del barco de vapor hubiera escondido tal tesoro. Nadie, incluida la familia Terry que era dueña del aparador, sabía cómo había llegado la carta allí. Pero con la ayuda del Instituto Smithsonian, estaban haciendo todo lo posible para verificar su autenticidad.

"No pensé que estarías aquí hoy".

Ethan miró por encima del hombro a Theo, su amigo y dueño de la única estación de radio en Sapphire Bay. "Después de leer las publicaciones de Facebook de Mabel, tenía que verlo por mí mismo. ¿Estás aquí para hacer una entrevista sobre la carta o sobre la inauguración del hostal?"

"Ojalá estuviera entrevistando a alguien sobre la carta. He estado tratando de hablar con Mabel, pero ha estado demasiado ocupada para verme. Espero poder entrevistar a una de sus hijas. ¿Sabes dónde están?"

Ethan miró hacia el patio delantero y señaló a su izquierda. "Allí está Mabel. Solo he visto a dos de sus hijas, y no he visto a Penny ni a Barbara en ningún lado".

"Katie y Diana, sus otras hijas, están caminando por el costado de la casa hacia Mabel. Katie tiene el cabello rojo y Diana lleva una bufanda azul brillante".

Ethan cambió su mirada. El cabello rojo de Katie, que le llegaba a los hombros, era fácil de ver, pero fue su hermana quien le quitó el aliento. El cabello rubio y rizado de Diana atrapaba la luz del sol y la convertía en un halo alrededor de su rostro. Incluso a esta distancia, era impresionante. Pero, a diferencia de Katie, parecía preocupada mientras un grupo de personas se acercaba a ellas.

Theo frunció el ceño. "Más vale que hable con ellas antes de que sean emboscadas por otras personas. Recuérdame que te llame. Hace un tiempo que no vienes a cenar a mi casa".

"Te llamaré mañana". Ethan observó cómo Diana apartaba un mechón rebelde de su rostro y miraba a sus padres. Se podía ver en su rostro una expresión que solo podía describirse como pánico.

En lugar de quedarse ahí parado, viéndola sentirse más incómoda por segundo, decidió hacer algo al respecto.

"¡Theo! Espera".

Su amigo se volteó. "¿Qué olvidé?"

"Nada. Voy contigo".

"Perfecto. Si alguien menciona que quiere ser entrevistado, diles que es una excelente idea".

Ethan miró a través del patio. El número de personas que rodeaban a Diana y Katie había aumentado. "Más nos vale apresurarnos. No eres el único que quiere hablar con ellas".

Theo murmuró algo entre dientes y caminó más rápido.

Eso le convenía a Ethan. Nunca había sido el caballero de brillante armadura de nadie, pero sabía cómo se sentía tener el mundo cerrándose a tu alrededor. Y en este momento, Diana parecía necesitar una excusa para alejarse de todos.